martes, 22 de febrero de 2011

Segunda Parte Parcial

2.  Buscar en google un poema de César Vallejo y uno de Alfonsina Storni y copiarlos en su blog.  Explicar por qué a estos dos escritores se les considera los poetas negros de latinoamerica.  Ningún estudiante debe tener poemas parecidos.

Poema de César Vallejo:
Los Heraldos Negros.




Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido


se empozara en el alma... Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.


Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé! 

Poema de Alfonsina Storni:
El Alma Herida




Soy un alma desnuda en estos versos, 
Alma desnuda que angustiada y sola 
Va dejando sus pétalos dispersos. 

Alma que puede ser una amapola, 
Que puede ser un lirio, una violeta, 
Un peñasco, una selva y una ola.

 
Alma que como el viento vaga inquieta 
Y ruge cuando está sobre los mares, 
Y duerme dulcemente en una grieta. 


Alma que adora sobre sus altares, 
Dioses que no se bajan a cegarla; 
Alma que no conoce valladares. 


Alma que fuera fácil dominarla 
Con sólo un corazón que se partiera 
Para en su sangre cálida regarla. 


Alma que cuando está en la primavera 
Dice al invierno que demora: vuelve, 
Caiga tu nieve sobre la pradera. 


Alma que cuando nieva se disuelve 
En tristezas, clamando por las rosas 
con que la primavera nos envuelve. 
Alma que a ratos suelta mariposas 
A campo abierto, sin fijar distancia, 
Y les dice: libad sobre las cosas. 


Alma que ha de morir de una fragancia 
De un suspiro, de un verso en que se ruega, 
Sin perder, a poderlo, su elegancia. 


Alma que nada sabe y todo niega 
Y negando lo bueno el bien propicia 
Porque es negando como más se entrega. 


Alma que suele haber como delicia 
Palpar las almas, despreciar la huella, 
Y sentir en la mano una caricia.

 
Alma que siempre disconforme de ella, 
Como los vientos vaga, corre y gira; 
Alma que sangra y sin cesar delira 
Por ser el buque en marcha de la estrella.


  • Explicar por qué a estos dos escritores se les considera los poetas negros de latinoamérica. Por su convicción al sufrimiento humano llevándolo al extremo. Es decir a la muerte todo lo que les ocurría. 
 

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